El premio Renaudot recompensa este año a Yann Moix por «Nacimiento», publicado en Grasset, una obra monumental que cuenta la gestación, la primera infancia y la infancia del futuro escritor. Es una elección ambiciosa por parte del jurado, que quiso subrayar el talento de una personalidad fecunda: a la vez escritor (Premio Goncourt de la primera novela en 1996 por «Júbilo hacia el cielo») y realizador del muy popular «Podio», cinco veces nombrado a los César en 2005.
Figura colorida de la escena mediática, acostumbrado a las secciones del Figaro literario como programas de radio y seminarios de cine, Yann Moix supo hacer silencio y descender en sí mismo para inventar un modo de narración llevado al extremo. Construido a la manera de un largo plano fijo de cámara, logra en realidad la hazaña de mezclar los tiempos y las secuencias, las vueltas y los rodeos que lo llevaron a convertirse en el Renaudot beato que hoy saludamos.