Es una muy conmovedora 38ª ceremonia de los César, presentada por Antoine de Caunes y presidida por Jamel Debbouze, que tuvo lugar ayer en el Théâtre du Châtelet. Impacientemente esperados como cada año por la profesión y los espectadores, estos premios dieron la fotografía de lo mejor de nuestra producción cinematográfica en 2012.
Quiero felicitar calurosamente al conjunto de los laureados recompensados por estos 22 César, porque cada uno de los oficios que representan contribuye al valor de nuestro cine. Felicito en particular a Emmanuelle Riva, nombrada mejor actriz, y a Jean-Louis Trintignant, nombrado mejor actor, por su inolvidable interpretación en «Amour» de Michael Haneke. Después de tantos premios internacionales, esta marca de afecto nacional, «familiar», a la decana de nuestras actrices, marcó uno de los momentos fuertes de la ceremonia.
Mis felicitaciones van también a Michael Haneke, mejor director por «Amour», una película que demuestra decididamente su impresionante universalidad.
Communiqué de presse