Es un éxito para la diversidad cultural en toda Europa.
Se trata de un mandato inequívoco que, tras un día de intensos debates, se ha aprobado esta noche. Como han pedido firmemente el Presidente de la República Francois Hollande y el Gobierno francés, los servicios audiovisuales quedarán completamente excluidos de las negociaciones comerciales con los Estados Unidos. Así, Europa ha optado por respetar una posición constante: la que garantiza el principio de la excepción cultural.
Toda evolución del mandato de negociación requerirá un acuerdo unánime de todos los países de la Unión Europea. No se hará ninguna concesión.
Desde hace 20 años, la excepción cultural y la exclusión del sector audiovisual han permitido a los países europeos apoyar sus industrias culturales, sin cerrar su mercado a las producciones culturales americanas. La excepción cultural permite ante todo favorecer una oferta cultural diversificada: es un factor de desarrollo de la creatividad y no de cierre.
Este momento es un momento de victoria para la cultura, al que el Gobierno francés asocia a todos los profesionales que se han movilizado en las últimas semanas.