Señor Presidente, estimado Costa-Gavras, Señor Director General, querido Serge Toubiana, Señor Comisario del Año de Ultramar francés, querido Daniel Maximin, Señoras y señores, Queridos amigos,
Cuánto camino recorrido desde 1968 y salidas de Cuando la hierba
corto» de Christian Lara y «Crónica de un retorno» de Jacques Ferly.
Todos ustedes saben, querida Euzhan Palcy, querido Constant Gros-Dubois, querida
Sarah Maldoror, queridos amigos, cuánto me alegra participar
hoy al lanzamiento, en la Cinemateca francesa, del ciclo «Images
de ultramar» que describe la formidable vitalidad de los cines y de las culturas
ultramarinas.
Pienso también en el tiempo de los talleres del Servicio Municipal de Acción
cultural de Fort-de-France, el Sermac, creado por Aimé Césaire, cuyo
Presidente de la República celebró la memoria el pasado mes de abril
Panteón. El compromiso de Aimé Césaire permitió el nacimiento de una
vocación en muchos de vosotros.
Esta retrospectiva, sabiamente elaborada por la Cinemateca francesa y
Daniel Maximin, cuyo trabajo realizado para
el Año de Ultramar, nos ofrece una perspectiva notable sobre más
de cincuenta años de cine ultramarino. Porque a través de películas como
«Oh Madiana» de Constant Gros-Dubois, que tendréis la oportunidad de
redescubrir esta noche, o también «Coco La Fleur, Candidato» de Christian
Lara y «Folie Ordinaire d'une fille de Cham» de Jean Rouch con Jenny
Alfa, por nombrar solo ellos, es toda la riqueza y la singularidad de
cultivos ultramarinos que aquí se ilustran.
Con ocasión del Año de Ultramar francés, he querido expresar mi
Convencimiento de que los territorios de los tres océanos constituyen para la metrópoli
un verdadero laboratorio en materia cultural. Haciendo ultramar
una de las principales prioridades de mi acción y poniendo todo
la ambición política necesaria, he querido contribuir a un
mirada sobre los cultivos ultramarinos que creo indispensable para la
Francia.
En este terreno, queda mucho por hacer, aunque el Año de los Ultramar
habrá marcado un punto de no retorno. Voy mañana a Guyana
para cerrar los Estados Generales del Multilingüismo en Ultramar: la
consideración de la dimensión lingüística, esencial para los patrimonios
y a la creación en los Ultramar, constituye un elemento primordial de
mi acción.
También concedo especial importancia a la consolidación de
el Convenio de desarrollo cinematográfico y audiovisual entre
el Estado y las regiones de ultramar. Deseo en efecto que los autores y
realizadores ultramarinos disponen de los medios necesarios para ejercer
sus talentos, y que todos los franceses de ultramar puedan tener acceso a
una creación cinematográfica y audiovisual en la que podrán
reconocerse. Por las mismas razones que llevo también un
Opinión favorable sobre la ampliación de los mecanismos de apoyo del Centro
Nacional de Cinematografía e Imagen Animada a los departamentos
ultramarinos.
Es mediante nuestro compromiso común que lograremos colmar este
que Daniel Maximin llama un «déficit de imágenes» y que en algunos
tiempo, espero, ya no nos dejará el recuerdo de una anacronía.
Le doy las gracias.