Señor Diputado Alcalde, querido Christophe Sirugue, Señor Director del Centro Nacional de las Artes de la Calle,Estimado Pedro GarciaMonsieur Presidente de la Federación de las Artes de la Calle,

«La calle es el cordón umbilical que conecta al individuo con la sociedad»
Hugo. Esto significa que el apoyo a las artes callejeras es una
política cultural, pero también lleva consigo una visión del mundo donde
las palabras cuerpo social, tejido urbano, arte público tienen todo su sentido. Quiero
gracias por su acogida y decirle lo feliz que estoy
estar presente entre vosotros, para celebrar la 25ª edición de Chalon en la
calle, para descubrir este festival, comprobar su éxito público, sino también la
calidad y diversidad de las propuestas artísticas que pone de relieve,
con una presencia internacional notable.
Quisiera felicitar a Pedro García, su director, que desde 2004 ha
realizado un trabajo considerable para reforzar la inscripción del festival en
espacio público, trabajar con los barrios periféricos de Chalon y
crear un fuerte vínculo entre el Centro Nacional de Artes Callejeras (CNAR),
el Matadero - que he visitado antes al llegar - y el festival.

Con motivo de esta 25ª edición, permítanme rendir homenaje
a los fundadores del festival, a Pierre Layac y Jacques Quentin, así como a
Dominique Perben, que en 1987 permitió la primera edición de este festival
y lo inscribió con resolución en la política cultural municipal. Quiero
a saludar al actual alcalde Christophe Sirugue por haber prolongado esta voluntad
política, porque la historia de Chalon demuestra que una iniciativa artística fuerte
permite superar las divisiones partidistas.

He descubierto la extraordinaria vitalidad e innovación de las artes de
la calle con motivo de mis desplazamientos, especialmente el año pasado en
festival de Aurillac, cuyo director, Jean-Marie Songy. Pude
Constatación de que las artes de la calle atraen cada vez a más artistas que no
no son originarios: ya sean artistas plásticos, cineastas,
directores de teatro, bailarines. Las artes callejeras son
más que una categoría específica del espectáculo vivo: son una
enfoque artístico global, un verdadero crisol, portador de un diálogo y
encuentros entre las disciplinas artísticas.

Las artes callejeras también presentan esta característica muy
importante, que es el contacto directo con las poblaciones. Permiten,
con su diversidad de lenguaje - desde el mundo de la feria a la recuperación
industrial, pasando por la inversión burlesca - para superar el obstáculo
de la intimidación social que suele existir cuando se trata de cruzar la
puerta de un teatro o de un lugar de cultura, cualquiera que sea. Constituyen una
disciplina decisiva al servicio de la ambición que es la mía, como tiene
fue la de mis predecesores: una política de democratización y de
compartir el gesto artístico con las poblaciones. El espacio público
reúne y permite difundir ampliamente: porque la calle pertenece a
todos, las artes de la calle agregan y federan a nuevos públicos. En
espacio público, de hecho, estamos libres de todos los códigos sociales
que puedan unirse al ritual de una representación de teatro, ópera o
de baile. Somos de alguna manera más libres, menos
para la recepción del espectáculo que se nos propone: nosotros
somos estos «espectadores-actores» inmersos en un diario re-encantado
o cuestionado por un gesto artístico.

Es por este conjunto de razones que las artes callejeras, más que
otras formas de expresión artística, no pueden disociarse de
cuestiones urbanas, arquitectónicas y sociales que afectan a un
territorio, ciudad, barrio. Más allá de su dimensión artística
intrínseco, las artes de la calle deben ser pensados a partir de un suelo
social, a fin de crear las condiciones para su pleno desarrollo,
desarrollo y con el fin de garantizar la máxima aceptación por los
poblaciones. El embellecimiento, lo grandioso, lo espectacular no son nada si
no se acompaña al público en un proceso de descubrimiento y
de sensibilización: sin difusión, sin proyecto
artístico verdadero, sin un tiempo de aproximación, de instalación, de presencia,
lo que algunos designan bajo la bonita palabra de infusión. Es todo lo que está en juego
desarrollo actual de los proyectos culturales llamados «de territorio», de los que
desea que se inscriban en una relación renovada y reforzada con los
colectividades territoriales

Quisiera decir unas palabras sobre la política que llevo a cabo a favor
de las artes de la calle. Se inscribe en un proyecto más amplio en favor del
espectáculo vivo, sobre el cual me expresé recientemente con ocasión del
festival de Aviñón.

La política del Ministerio de Cultura y Comunicación con respecto a las
arte de la calle se ha consolidado a lo largo de los años. Ha surgido en los
años setenta, y en particular gracias al trabajo precursor de Juan
Digno - cuya presencia de nuevo saludo - en el momento en que había abierto
las calles de Aix-en-Provence a los «saltimbanques» como tenía entonces
designado esta hermosa iniciativa. Esta elección fue decisiva para desencadenar una
verdadero reconocimiento de las artes callejeras por parte de los poderes públicos.

Poco a poco el Ministerio de Cultura y Comunicación llevó un
mirada atenta a esta expresión artística, que ha conquistado a un público de
cada vez más numerosos, que ha federado a nuevos públicos. Ha acompañado
las iniciativas, ya se trate de festivales, del apoyo a las empresas, a
estructuras - los centros nacionales de las artes de la calle (CNAR), que han visto el
durante los años 2000.

Me gustaría que los Centros Nacionales de Artes Callejeras
(CNAR) sean objeto de una etiqueta concedida por mi Ministerio, como he
indicado en la circular de 31 de agosto de 2010. Este texto reconoce 9 centros
nacionales de las artes de la calle y precisa sus misiones. Es esencial para
consolidar el reconocimiento institucional del sector y su
organización en el futuro. Añado que esta circular fija un nivel
piso de intervención del ministerio a 150.000 € y un mínimo de 25%
de intervención del Estado sobre el conjunto de las financiaciones.
La financiación del sector ha pasado de 6,5 millones de euros a principios de los años
2000, a cerca de 10 millones de euros hoy. Sé que aún no es
suficiente, en particular para una práctica que es la primera en materia de
espectáculo vivo, ya que 34% de los franceses declaran estar yendo al menos
una vez al año en un espectáculo en la calle. Estaré atento a que los
resultados del estudio que acabo de lanzar sobre nuevos recursos para
el espectáculo vivo puedan beneficiarse de manera significativa de
sector. Volveré sobre ello.

Recientemente anuncié en el festival de Aviñón un plan de acción para el
espectáculo vivo. Este plan de acción se refiere a las artes de la calle, al mismo
título que los otros sectores del espectáculo vivo.
Incluso creo que las artes callejeras se verán particularmente afectadas
la medida relativa al fondo de apoyo a la emergencia y la innovación,
dotado con 1,5 millones de euros en el período 2011-13, debido a su
apertura al cruce disciplinario y su capacidad para inventar
nuevas formas de expresión artística. Esta medida podría
ejemplo sobre residencias artísticas en el espacio público, tema
que sé que os preocupa. Los proyectos de residencias artísticas
en el espacio público podrían ser elegibles para este fondo.

El plan de acción también se centra en un mejor acompañamiento
al sector independiente, en toda su diversidad y riqueza. No es
necesidad de insistir en decirle que usted será, obviamente,
afectados por la medida relativa a las compañías independientes -
numerosas en el campo de las artes de la calle - que quiere acompañar
los enfoques más innovadores y los nuevos vocabularios
artísticas.

He deseado, lo habéis comprendido, reforzar el reconocimiento
institucional de las artes de la calle. Esto también pasa por un
acompañamiento técnico específico, profundización del peritaje
evaluación. Espero que la Comisión Nacional de Apoyo a la
Creación en la Dirección General de Creación Artística
se mantenga, con objetivos precisos, para permitir una mejor
articulación con los dispositivos existentes en DRAC.

He deseado que la dimensión europea e internacional sea muy
presente en el plan de acción. Al examinar la programación de
Chalon en la calle, la presencia de las compañías europeas es fuerte,
los intercambios artísticos internacionales numerosos. Debemos
fomentar y apoyar esta apertura, que sirve a nuestras empresas en su
presencia internacional: según una encuesta - aunque parcial - de 2010
realizado por Fuera de las paredes, 53% de las compañías se beneficiaron de una
difusión en la Unión Europea, 14% internacional. Debemos
continuar esta dinámica de apertura; a escala de la Unión
europea, requiere una política voluntarista que favorezca la circulación
artistas y proyectos.

Una de las medidas del plan de acción tiene por objeto crear polos
europeos. Creo que las artes de la calle deben beneficiarse de tal
medida. Su visibilidad a escala europea e internacional es
extremadamente fuerte. Dejo el cuidado a los profesionales, en concertación
con mi administración, para definir los contornos exactos de este polo, pero
cree que varias estructuras existentes podrían unirse en torno a una
verdadera ambición europea.

Las oficinas especializadas en el extranjero constituyen también una medida del
plan de acción. Estas oficinas, al igual que las oficinas de Berlín y Londres
que han demostrado su eficacia, permitirán desarrollar redes de
coproducción y difusión. Se crearán seis nuevas oficinas. Las artes
de la calle tienen todo su lugar en este dispositivo de influencia. Esto permitirá
valorizar mejor la excelencia de la escena francesa, en particular en el
ámbito de los grandes acontecimientos, de las «grandes formas» que se desarrollan
en el espacio público. Se iniciará una concertación sobre este tema con los
principales instituciones, como el Instituto Francés, Lugares Públicos o
Fuera de los muros.

Para su sector de actividad, deseo que la aplicación del plan
de acción se haga en concertación con los entes territoriales y con
los representantes de su sector. Pediré así a la Dirección
General de la Creación Artística (DGCA) para definir las modalidades
que permitan llevar a cabo esta concertación.

He anunciado que este plan movilizará 12 millones de euros para el período
2011-2013. Obtuve los créditos necesarios para 2012, con 3,5 millones
de euros de nuevas medidas. También puse en marcha un estudio en mayo
último para encontrar nuevos recursos para el espectáculo vivo:
las conclusiones me serán entregadas en octubre próximo. Pero quiero ser
claro: no hay allí ni separación del Estado, ni nuevo paradigma en
materia de apoyo a los artistas y a la creación. Los nuevos recursos
tienen por objeto complementar las ya existentes, reforzar este plan
de acción. Se tratará de créditos extrapresupuestarios, que serán objeto de una tasa
fiscal, de la que no puedo precisar la naturaleza hasta la fecha, puesto que se trata
precisamente del objeto del estudio. El objetivo es claro: se trata de identificar
una base fiscal dinámica que permita garantizar un recurso sostenible
y creciente para todo el espectáculo vivo.

También me aseguraré de que las cuestiones de formación y
transmisión se tengan más en cuenta para el futuro de las artes de la calle.

Deseo también profundizar la reflexión sobre las condiciones de
desarrollo del arte en el espacio público, ya se trate de las artes
plásticos o espectáculo vivo. Mientras celebramos el 60
aniversario del 1% cultural, creado el 18 de mayo de 1951 por iniciativa del escultor
René Iché, he dicho todo el interés que presenta el arte en el espacio público Audelà
de la escena artística, de la galería o del museo, los más grandes
artistas deben participar en la construcción del espacio de la ciudad, el
en el que la palabra «público» no se refiere únicamente a un adjetivo, sino a
un sustantivo: quiero hablar de los ciudadanos actores.

Cultivar lo extraordinario, la sorpresa, el asombro en el corazón de lo cotidiano,
se trata, sin duda, de una obra para la acción pública en materia cultural
hoy en día, en un momento en que el propio público, enfrentado a las imágenes a menudo
estandarizadas de la «sociedad de las pantallas», pide de nuevo una
relación carnal con obras y artistas.

Por tanto, creo necesario reforzar el diálogo entre los diferentes
partes interesadas en estos proyectos, ya sean las comunidades
territoriales, los ministerios interesados - Ministerio de la Ciudad, Ministerio de
la Ecología, el desarrollo sostenible y el Equipamiento en particular -, los
urbanistas, arquitectos y artistas. Haré propuestas a mis
colegas del Gobierno interesados en el tema, así como a las partes interesadas,
para la creación de una instancia que permita valorizar el lugar del arte
en el espacio público en las políticas públicas. Sé que es una
petición que usted ha dirigido a mi Ministerio: estoy de acuerdo en
el principio, pero ahora se trata de definir las modalidades y el
perímetro.

Les aseguro que soy consciente del trabajo que queda por hacer para fortalecer
lugar de las artes callejeras en las instituciones públicas, para mejor
inscribir la difusión de los espectáculos en el conjunto de los circuitos del
espectáculo vivo, en particular mediante proyectos culturales integrados en
un territorio, para acompañar a los artistas de manera más eficaz por el hecho
de los desafíos urbanos planteados por ciertas formas. A este respecto, deseo
Acoger con satisfacción el trabajo de vigilancia, asesoramiento y prospectiva del polo nacional
las paredes: las redes profesionales son decisivas. Usted sabe poder
contar conmigo en los próximos meses para desarrollar el apoyo de
mi ministerio a favor de las artes de la calle. Como el especialista de la
China François Julien, conocedor del pensamiento chino, soy
convencido de su papel en el mundo contemporáneo: En el pensamiento
china - cito a François Julien - conviene dejarse llevar por el
movimiento de las cosas, para casarse con las circunstancias (...) Inscribirse en la
lógica de las cosas y del mundo, dejándose llevar por su potencial:
el efecto está contenido en las situaciones dadas o inscrito en los
eventos» (Tratado de la eficiencia, 2002). Ahora el artista de la calle, porque se
fluye en los paisajes, porque se enfrenta a los lugares de la vida cotidiana,
es también a su manera un partero de verdad, un revelador del mundo a
la escala de una plaza, de un barrio, de una ciudad a veces, como aquí en Chalon.

Le doy las gracias.