Señora Ministra, estimada Christine LAGARDE, señoras y señores miembros del jurado del Premio BARBARA,

Siempre es un poco complicado dar a un joven artista un premio que lleva el nombre
de una gran gloria de su arte. Porque, por un lado, por supuesto, siempre se trata de un
gran honor, el de estar en la línea de los mejores. Pero, por otro lado,
hay evidentemente un riesgo de sentirse asignado, definido demasiado pronto, demasiado rápido, sobretodo
para una joven cantante que, por definición, todavía no ha tenido tiempo de explorar
todas las pistas de una creatividad que arranca con las ruedas.
Y sin embargo, sin detenerme a arriesgarme a atentar contra la frágil magia de un artista
Al nacer encerrarlo demasiado pronto en una tradición, quise crear este Premio
Barbara» con motivo de esta edición 2010 de una Fiesta de la música «al
femenino». Lo deseaba por dos razones.
En primer lugar, porque quería rendir homenaje a la gran cantante
que habría tenido hoy 80 años, casi día para, y cuyas melodías, textos
y la voz inolvidable nos acompañan desde hace años, todos los días, que
pertenece a nuestro universo familiar a cada uno, que se ha convertido en una parte de nosotros
y nuestras emociones. Crear un Premio a su nombre, a ella que ha desaparecido ya
13 años era casi lo mínimo para hacer más visible
esa presencia sensible que nunca nos ha dejado.
Al mismo tiempo, este premio, no quería que fuera simplemente una celebración
mirando hacia el pasado, por eterno que sea. Deseaba que recompensando a una joven
intérprete, autora o compositora para su primer álbum, constituye una forma
de hacer la conexión entre todas las generaciones del talento. Una manera también de torcer el
a algunas CASSANDRA que querrían hacernos creer en un supuesto
«decadencia» de nuestra cultura, de nuestra canción francesa y de esta canción de texto
que ha llevado, en todo el mundo, los colores de nuestra música popular.
Cada año, a partir de ahora, este premio celebrará, en suma, dos artistas:
BARBARA, «tal que en sí misma por fin la eternidad la cambia», y uno o una joven
artista francesa que, por su talento, puede estar afiliada a ella. Cada año, este joven
artista será como iluminado por el «sol negro» de esta gran desollado vivo que
marcado para siempre nuestra sensibilidad. Y al mismo tiempo, cada vez espero,
es BARBARA también que reaparecerá un poco, rejuvenecida en el espejo de estas voces
noticias. Así sentiremos, cada vez, el movimiento y la continuidad de la
canción francesa.
Por supuesto, no podía entregar este «premio BARBARA» y querer perpetuar
su memoria viva en sus descendientes electivos, sin reunir la
gran familia de la cantante. Pienso en su fiel pianista Gérard
DAGUERRE, a Liane FOLY, a Marie-Paule BELLE que le dedica su
último espectáculo, a su cómplice de siempre Richard GALLIANO, yo
piensa en Gérard DEPARDIEU, el inolvidable DAVID de «LILY PASSION»,
sino también a cada uno de los miembros del jurado que supo tejer, lo más cerca posible, o
de manera más indirecta pero igualmente intensa, un vínculo indefectible con
BARBARA...
Supongo que entre todas esas eclosiones y explosiones de jóvenes
talentos, la elección del jurado no fue muy fácil... Y finalmente se puso
en una joven artista que fue la gran revelación del año 2009,
Carmen Maria VEGA.
«Carmen Maria VEGA»: ¿podemos imaginar un nombre más predestinado a
una gran carrera de cantante? «Carmen», tanto el canto como el
encanto... un encanto necesariamente hispano - para usted que nació en el
Guatemala -, un encanto tonificado y ácido donde la golosina viene
saludablemente alborotar lo que el encanto podría tener de demasiado fácil o
demasiado liso.
Querida Carmen, Valéry ZEITOUN del Sello AZ no se equivocó, porque
renueva la tradición de la canción francesa de muchas maneras,
y en primer lugar por sus sesgos rítmicos y el recurso al jazz
gitano - en honor, por cierto, este año, donde celebramos el
centenario del nacimiento de Django REINHARDT. Este «swing» da
una nueva juventud al avatar de la canción realista que nos
ofrecer. Pienso no solo en la velocidad del tempo, sino también en
cambios de ritmo que se ajustan a las inflexiones de sus fábulas
diario. Nos comunican un vigor que hace bien, una verdadera
juventud para los oídos y para el cuerpo, vigorizante como el aire fresco,
corrosivo y cáustico justo lo que se necesita. Es su lado «pila eléctrica»
que es, debo decir, perfectamente conductor... Estas aceleraciones que usted
llevan en una volubilidad jubilatoria, un poco como en el Scat: no
necesidad de «Antidepresivos», ciertamente, cuando se tiene la felicidad de
escucharte, tanto nos repartes energía sobre la marcha y a pleno
voz... !
Nos muestra que, lejos de desaparecer en el Otro, la canción
francesa vuelve enriquecida y reavivada de sus vueltas por el jazz, por el
rock o por el punk...
Y al combinar las influencias, se unen las sensibilidades alrededor
de usted. «Carmen María Vega», estos tres nombres evocan, por supuesto, un
colectivo, un encuentro, un verdadero grupo, que a menudo se llama, por cierto,
«Les Carmen». Cada uno es indispensable para el espectáculo. Basta con
verlos aparecer en el escenario, estos grandes escólalos alrededor de su hermanita,
esta pequeña bola de nervios que es también una actriz nacida, para ser
cautivado, entretenido, fascinado.
Cada uno es indispensable para todos los ingredientes de su éxito. Pienso
a Max LAVEGIE, su guitarrista y su «pluma», el autor de estos textos
hechos a medida para revelar su presencia y desplegar todas las
posibilidades de esta joven de hoy, múltiple y entrañable, que
usted juega tan bien. También está Alain ARNAUDET y su contrabajo
alborotador, así como la batería suave e impulsiva de Thomas
MILTEAU. Añado Vincent CARPENTIER, Fred JAILLARD y Xavier
BUSSY los tres directores de su álbum, cuyo trabajo aplaudo.
Con sus músicos, querida Carmen, en una especie de alquimia
efervescente, es un poco como un «buey» perpetuo cogido al vivo,
en su espontaneidad voluntariamente rebelde que molesta sin brutalidad, que
sacude nuestros hábitos y mueve las líneas melódicas y musicales.
Cada vez son también un poco como «stand-up» que desarrolla,
en la música, de los cuentos improvisados, ricos en sátiras fugaces y en
giros hilarantes. De la fábula del muslo que se hace clavar el peón
por el «nuevo» ante la camarera al relato de la temerosa que
no quiere salir por la noche por miedo a la inseguridad y que termina en los brazos de
su paramédico, al público le gustan las historias locas que le ofreces
en rondas de maratón generosas. Pide más de esta mezcla
sorprendente y explosivo de encanto y energía, de este personaje mestizo
el perfil ideal de «Andalucía» y la insolencia «franchouillarde»
sabiamente distante...
Pero también exploras otros tonos. Te encuentras así, en los
momentos más tranquilos y más sentimentales, los acentos de los grandes
canciones de amor, como en «Esperando», que es un poco ya
vuestro «No me dejes» o, volviendo a BARBARA, vuestro «Di
¿Cuándo volverás? » a ti.
Su sentido visceral de la escena no le impide recurrir a
tecnologías avanzadas, como en el clip de «La mentirosa»,
particularmente exitoso, en su manera de yuxtaponer el mundo real y el
mundo imaginario, con usted en el medio, como un demiurgo de sus el propios
delirios comunicativos... Usted hace allí la revelación que usted era
«la hija de MITTERRAND», no sabía de cuál quería hablar,
pero en todo caso, para mí, está claro, ¡te adopto! E incluso si
No importa, siempre puedes seguir diciendo
Orgullosamente: «Conozco gente en el ministerio»...
Eso es. Es por tu humor, tu talento, porque sabes hacer
vivir la canción francesa de una manera emocionante y original, tanto en
el linaje de BARBARA y según sus propias líneas móviles y
conmovedoras a usted, que me siento especialmente feliz, querida Carmen
Maria VEGA, para entregarse hoy, con motivo de una Fiesta de la
Música bajo el signo de las Mujeres, este primer «Premio Barbara»
de la canción.
Le doy las gracias.