Señoras y señores miembros del jurado,Señoras, Señores,Estimado amigo(a)s,

Me alegra mucho acogeros aquí, rue de Valois, en este ministerio
que os pido que consideréis vuestra casa, la
casa de los arquitectos, por así decirlo.

El jurado del Gran Premio Nacional de Arquitectura acaba de reunirse y me
vuelve a anunciar el nombre del ganador, lo que haré en un momento,
y entregar a este último el diploma del Gran Premio, diseñado para usted, yo
por el artista Daniel Buren, así como una dotación de 10.000
euros.

Pero antes de eso, me gustaría si me permite recordar nuestros
responsabilidades y ambiciones al servicio de la arquitectura y

arquitectos.

El Gran París es sin duda una obra que movilizó fuertemente los
conocimientos y competencias en el ámbito de la arquitectura.

Volver a situar la arquitectura y los arquitectos en el corazón de la ciudad, eso es en efecto
mi ambición, tal era el deseo que presidía el lanzamiento de la
internacional. A este respecto, el Gran París constituyó un
verdadera renovación en las maneras de pensar de la ciudad. Permitió
volver a situar a los arquitectos-urbanistas en el centro de las preocupaciones
culturales, sociales, económicas y políticas.

Por primera vez desde la posguerra, las condiciones de la fábrica de
la ciudad» se basan en la lógica de separación de funciones y
de las competencias administrativas, pero sobre la capacidad de innovación y la
presentación del proyecto de los arquitectos.

Creada a finales de 2009 como agrupación de intereses
público (IPTF), el taller internacional del Gran París se instaló en febrero
2010, por el Presidente de la República, en el corazón de un lugar de creación
contemporáneo, el Palacio de Tokio. Veo en él el signo de una arquitectura que
es el punto de encuentro entre la herencia y la prospectiva, entre el
patrimonio y la creación.

El Taller es el crisol de una verdadera aventura colectiva. Debe permitir
desarrollar las orientaciones definidas en la consulta y mantener
la originalidad y la pertinencia de una participación a la vez singular y
colegiata de los diez equipos de arquitectos.

La entrada a finales de mes, junto con el Estado, la Ciudad de París, la
región Ile de France, de la asociación de alcaldes de Ile de France (AMIF) y
de París Métropole constituye la garantía de la perennidad y de la pluralidad
del trabajo del Taller. No dudo de la continuación de las reflexiones y
propuestas iniciadas desde la consulta de los 10 equipos de arquitectos
para el Gran París, que permitirá reforzar su capacidad de creación
en torno a una gobernanza rediseñada.

De las grandes ciudades francesas como Marsella, Nantes-Saint-Nazaire,
Lyon y Burdeos ya han llevado a cabo una reflexión similar,
reflexión que fue objeto de una presentación, acogida unánimemente, en el
Pabellón francés de la última Bienal Internacional de Arquitectura de
Venecia en 2010, cuyo Presidente confió el
Dominique Perrault, Gran Premio Nacional de
la arquitectura.

Esta hermosa exposición, que tuve el placer de inaugurar, muestra bien el
transición de la ciudad, de la unidad urbana, a la metrópoli, territorio
fragmentado y fragmentado alternando llenos y vacíos, lugares y «no lugares» para
retomar la hermosa expresión de Marc auge. En una sociedad de la
movilidad en efecto, nuevos modelos de desarrollo emergente,
nuevas fronteras, nuevos riesgos de segregación -
espacial, generacional - se manifiestan.

Los estilos de vida y la economía modernos son a la vez urbanos y
globalizados, globales y locales, ambas dimensiones relacionadas
permanente. La urbanidad históricamente basada en el lugar ha dejado de ser el
monopolio de la ciudad: se ha ido «virtualizando», se ha convertido en
«multilugar», se convirtió en la «ciudad nube» evocada por el
sociólogo Jean Viard. Estos son nuestros grandes retos de futuro y los
metrópolis tendrán que hacer frente a esto: crecer, embellecerse, crecer,
comunicar sobre su atractivo, hacerse «sostenibles» para fidelizar
los que residen hoy y los que querrán establecerse mañana.

Más allá de la ambición regional de la gestión del Gran París, me
Se congratula de que las grandes orientaciones que ha propuesto
se exportan también al extranjero, a través del éxito de
la exposición del Gran París presentada en Brasil con motivo de la visita
oficial del Presidente de la República, en Rusia
Alemania, Sao Paulo, Santiago de Chile, Berlín, Oslo y Roma y
a través de la película mostrada en particular en el pabellón francés de la exposición
universal de Shanghai y Atlanta.

El Gobierno de la región capital de Bruselas ha lanzado una
consulta internacional sobre el Gran Bruselas, basándose en el
modelo y los peritajes del Gran París. También los elegidos de la capital
Rusia que han constituido equipos de arquitectos y urbanistas para
trabajar sobre el Gran Moscú. Es el caso también de Tokio y de Berlín que
han retomado la idea de confrontación con equipos locales que trabajan en la
gran escala.

Talleres en los que participan estudiantes de arquitectura escolar
francés y chino se organizaron para reflexionar sobre la reorganización
de algunos territorios del Gran París. No dudo de que
Proseguirá la cooperación internacional en el ámbito educativo.

Ya está prevista una exposición Grand Paris/ Grand Tokyo, de
conferencias celebradas en Tokio en septiembre de 2011, la presentación de
la exposición sobre el Gran París en Budapest y en diferentes ciudades de
Hungría a partir de finales de marzo de 2011, en Túnez en otoño de 2011, sin olvidar
la presentación de Metropolis, la exposición del Pabellón francés de la
Bienal de Venecia en Sao Paulo con motivo de la bienal de arquitectura
en noviembre de 2011. Laboratorio de ideas, enfoque innovador, el
París se convirtió en un modelo reconocido internacionalmente, hizo escuela
en el mundo. Este éxito se inscribe en el panorama renovado de los sectores
de enseñanza de la arquitectura que dependen de mi ministerio.

La enseñanza de la arquitectura se ha renovado profundamente y
pretendo acompañar esta transformación en los próximos meses

La formación de arquitectos en Francia se imparte en 20 escuelas
nacionales superiores de arquitectura, bajo la tutela de
mi ministerio. Acogen a cerca de 20.000 estudiantes cuya inserción
profesional, a pesar de la crisis, es 85% en un contrato de trabajo
estable, desde el tercer mes después de su graduación.

La enseñanza de la arquitectura se reestructuró en 2005 siguiendo el modelo
Licenciatura en Doctorado (LMD). Goza de reconocimiento
internacional que reflejan a la vez la multiplicidad de los intercambios
estudiantes durante la formación y también la convocatoria a los arquitectos franceses
en los concursos internacionales.

Acompañamos esta modernización con importantes
inversiones inmobiliarias que han permitido, en los últimos años,
reestructuración o construcción de las escuelas de París-Val-de-Seine, París-
Belleville, Nantes, Saint-Etienne, Estrasburgo y Clermont-Ferrand confiadas
a arquitectos de talento como Marc Mimram o Dominique Lion.
Tengo la intención de seguir modernizando nuestras escuelas.

Ocho escuelas han desarrollado estudios dobles arquitecto/ingeniero - París
Belleville, Marne la Vallée, Paris la Villette, Clermont Ferrand, Lyon,
Marsella, Nantes y Toulouse - que conducen a la graduación
de arquitecto y de un diploma de ingeniero. Consolidaremos esta relación
fecundo entre el arquitecto y el ingeniero proponiendo cuatro nuevos
cursos dobles en 2012.

A partir de los Grandes Talleres de la Isla de Abeau (Isère), deseo a medio
la creación de una ciudad de la construcción sostenible, federando las escuelas,
que puede incluirse entre los equipos para los que se
de ofertas acaba de ser lanzado en el marco del Gran Empréstito y
iniciativas de excelencia.

Las escuelas nacionales superiores de la arquitectura se han convertido en
ahora socios de las nuevas estructuras universitarias. Ellas
han integrado en su mayoría los polos de investigación y enseñanza
superior (PRES) como las escuelas de doctorado, contribuyendo a la
creación de polos de excelencia en ámbitos de competencia que
no ofrece la universidad. Me esforzaré por continuar esta integración.

Hay muchas maneras de apoyar la calidad de la arquitectura en nuestra

sociedad y lo que llamo «la pedagogía del paisaje», tan importante en la era de la estandarización de los modos de vida y de la uniformización del gusto.
A este respecto, me alegro de que mi ministerio haya apoyado los paseos
jardines del Fort Saint-Jean en Marsella, relacionados con la próxima creación
del Museo de las Civilizaciones y del Mediterráneo (MUCEM), así como
la del cuadrilátero de Rohan-Soubise en París. Cada una de mis acciones
en el ámbito de la arquitectura, que se sitúen en el plano
relativas a la valorización o difusión de
la arquitectura, participan de esta ambición. Participan de la
promoción de la diversidad cultural, de la pluralidad de lenguas y de
vocabularios de la creación.

Hemos trabajado en otras palancas
reglamentarias para velar por el respeto de la calidad arquitectónica,
paisaje e historia de nuestra vida. En este sentido, me gustaría decir
dos palabras de las áreas de valorización de la arquitectura y del patrimonio
(AVAP), una nueva herramienta creada para sustituir a las ZPPAUP
de la ley llamada Grenelle 2 y que se hará efectivo por su decreto
a partir de la primavera de este año.

El desarrollo económico y social de nuestro país pasa por una
Mejor conocimiento de la planificación y renovación del espacio
urbana. También requiere una mayor consideración de los
cuestiones medioambientales y culturales en la definición del entorno vital.
Lejos de oponerse, desarrollo social y desarrollo sostenible
deben conjugarse.

Creo en efecto conciliables las exigencias vinculadas al relanzamiento de la actividad
la consolidación del vínculo social, la preservación y la
en valor del patrimonio cultural, y las relacionadas con la preservación de las normas
en materia de medio ambiente y biodiversidad. Este nuevo dispositivo
ahora incluye objetivos claros de desarrollo sostenible,
compatibles con el proyecto de planificación local
de urbanismo (PLU).

También reforzará el poder de los responsables locales, obedeciendo a la
reconocimiento de la experiencia de las colectividades en los territorios de los que
tienen la responsabilidad. Así, sólo éstas podrán ser las primeras
del estudio y la puesta en marcha de una
la arquitectura y el patrimonio (AVAP). Permitirán, espero,
una mayor rapidez en la ejecución de los trabajos, así como
fortalecimiento del diálogo entre las comunidades y el Estado, así como entre
la colectividad y las poblaciones.

Puesto que tengo la oportunidad de hacerlo, quisiera hacerlo en nombre de todos ustedes, y
por supuesto en mi propio nombre, rendir un último homenaje a los arquitectos
que nos dejaron hace 18 meses.

Y para empezar, me gustaría rendir homenaje al más joven de ellos,
Henri Rivière que nos dejó demasiado pronto, a los 45 años, y que formaba con
su socio y amigo Alain Moatti el tándem de gran talento que
jabones.

Michel Kagan, gran arquitecto neomoderno en la línea de su maestro
Ciriani, y ganador de los primeros álbumes de la joven arquitectura en 1980
antes de convertirse en Arquitecto Consejo del Estado a partir de 1994. Jean-Marie
Carpintero, a quien debemos especialmente la famosa Ópera de Shanghai.

Claude Vasconi, figura de la arquitectura de los años 80, hombre también
generoso en su vida que en sus proyectos a los que debemos la
descubrimiento de una arquitectura simbólica y fuerte, de Mulhouse a Reims
y de Bourges en el Forum des Halles de París. François Deslaugiers,
arquitecto de gran rigor constructivo.

También quiero citar a Jean Duthilleul, gran arquitecto y padre de Jean-Jean
Marie Duthilleul, también arquitecto y a quien todos conocéis. Por fin
Alain Vasconsin, arquitecto albanés que también fue presidente de
Unión Nacional de Sindicatos Franceses de Arquitectos y de la Unión
nacional de las profesiones liberales. Todos nos extrañamos, y todos
faltan a su profesión.

Paso ahora, y para concluir, al Gran Premio nacional de
la arquitectura que voy a volver a poner en un momento y que también participa
al reconocimiento de su profesión. Otorgado cada dos años a un
arquitecto o agencia para toda su obra, que representa la
más alta distinción en su campo a nivel nacional.

Para esta edición hemos publicado una convocatoria de candidaturas sobre
«Veinte años de una obra construida», modo de recordar el fundamento
de cualquier proyecto en el campo de la arquitectura: construir, porque sin este
acto, el arquitecto sería solo un dibujante. El jurado se celebró bajo mi
presidencia, y le agradezco infinitamente por su participación y la seriedad
de su trabajo a lo largo de este día. Por tanto, permítanme saludar
en orden alfabético: Dominique Alba, André Aschieri,
Pierre-Christophe Baguet, Philippe Bélaval, Lionel Carli, Jean-Paul
Cluzel, Anne-Marie Fèvre, Bertrand-Pierre Galey, Eric Garandeau, Anne
Lacaton, François Lamarre, Jean-Marc Michel, Alain Philip, Guillaume
Poitrinal, Christian de Portzamparc, Francis Rambert, Beatrice de
Rochebouet, Gérard Thurnauer, Christophe Vallet.
Este jurado de alto nivel ha podido estudiar 44 candidaturas. Permítanme
esta noche para rendir homenaje a cada una de ellas. Traducen
todo el muy alto nivel de experiencia, creatividad e inteligencia de la
empresa de arquitectura en nuestro país.

Ahora tengo el honor de proclamar al ganador del Gran Premio Nacional
de la arquitectura 2010.

Estimado Frédéric Borel, después de sus estudios en la Escuela especial de arquitectura
(ESA) su talento ha sido reconocido: usted ha sido galardonado con los Álbumes de la
Joven Arquitectura y Villa Medici fuera de las paredes. Sus primeros
realizaciones revelan un estilo de composición y un gesto arquitectónico:
están en ruptura con la arquitectura minimalista entonces dominante. Los
edificios parisinos de la rue Oberkampf (1993) y de la rue Pelleport
(1998) que usted realiza traduce una radicalidad formal; componen
verdaderas historias urbanas coloridas y esculpidas, en diálogo con su
medio ambiente.

Usted reivindica un enfoque singular, apostando a veces por la explosión
de volúmenes policromados, a veces sobre bloques simples y masivos, a
la imagen de algunas de las instalaciones públicas que ha realizado.
Cultivando una estética del fragmento al servicio del vínculo humano y de
el estar juntos, conjuga a la vez un rigor formal y una
libertad plástica teñida de poesía. Su concepción de la ciudad
se asemeja a un «collage» a la manera de los cubistas, capaz de crear
la sorpresa, para producir lo inesperado y así crear las condiciones de un
libertad nueva en la ciudad.

Estimado Frédéric Borel, usted cuyos edificios de volúmenes reventados,
desmaterializados en velos a veces oblicuos - que a veces se asemejan
verdaderas naves en estado de ingravidez - que los logros
fragmentan tanto como aman la mirada, usted que ha trabajado
en numerosas instalaciones públicas, entre las que, por no mencionar
que Francia, el Centro de Impuestos de Brive (1999), la Universidad de Agen
(1998) el jardín de infancia de la calle Moskowa, en París (2000), el Palacio de
Justice de Narbonne (2005), el centro cultural de Mont Saint-Aignan
(2006) o la escuela de arquitectura de París Val-de-Seine (2007), tengo
el honor y el gran placer de entregarle este diploma del Gran Premio
nacional de arquitectura.