Señor Ministro, Señorías, acabamos de tener, el Sr. Ministro y yo mismo, un encuentro particularmente fructífero del que queríamos informarles. Quisiera subrayar que es para mí un honor y un gran placer estar con ustedes en esta importante cita internacional del cine que es el FESPACO, que además está al lado de su antiguo Secretario General Permanente, Embajador de Burkina Faso en París.
En primer lugar, quiero expresarle toda mi admiración por la vitalidad del cine en Burkina Faso. En el panorama actual del cine africano, enfrentado a las dificultades que se conocen, existe una «excepción de Burkina Faso», para la mayor felicidad de los cinéfilos del mundo; Su persistencia es sin duda un modelo a seguir para muchos profesionales del sector en todo el continente. El éxito del FESPACO está íntimamente ligado a él, y cada dos años el Festival de Uagadugú constituye una de las citas internacionales de primer orden para la difusión cultural de la francofonía.
Todos ustedes lo saben mucho mejor que yo: el cine africano, por desgracia, no está en la situación del cine de Burkina Faso, y los sectores de producción audiovisual y cinematográfica, en muchos países del continente, están a menudo amenazados.
En el Forum de Aviñón del pasado mes de noviembre, Souleymane Cissé nos había hecho partícipes de sus vivas preocupaciones sobre el futuro del cine africano. En un momento en el que el giro digital dibuja un mundo en el que la profusión de imágenes es necesaria, África conoce por desgracia una profunda crisis de su cine.
Esta crisis presenta síntomas visibles: me refiero a la disminución cuantitativa de la producción cinematográfica, pero también al cierre de todas las salas que durante décadas fueron focos de apertura al mundo y lugares de intensos intercambios culturales. También quisiera evocar con vosotros, como Ministro francés de Cultura y Comunicación, algunas pistas nuevas de cooperación sobre las que podríamos trabajar juntos, para favorecer la emergencia de producciones de rango internacional.
Porque el talento no es lo que falta, y el FESPACO está ahí para demostrarlo: en África hay toda la creatividad necesaria para hacer emerger obras que se inscribirán en la continuidad de todos los que tanto han contribuido al patrimonio cinematográfico mundial, como el difunto Ousmane Sembène, pero también Idrissa Ouédraogo, Gaston Kaboré y tantos otros creadores de primer plano.
Por lo que respecta a los fondos de apoyo, la parte de las películas africanas en el conjunto de las producciones que se benefician de ellos suele disminuir considerablemente. Por lo que se refiere al Fondo Sur, la parte de las producciones africanas pasó del 34% de los expedientes seleccionados para el período 1984-1988 al 12% para el período 2005-2009. El programa Media Mundus de la Comisión Europea afecta sobre todo a Asia y América Latina. No podemos sino alegrarnos, por el contrario, por el aumento sustancial de la dotación dedicada al Fondo ACP Films en el marco del 10º Fondo Europeo de Desarrollo (FED), al que Francia contribuye por una parte muy consecuente.
Pero hay que constatar, en este punto, que los dispositivos de apoyo en los que puede apoyarse el cine africano carecen de coherencia y de coordinación. Están los fondos europeos, el Fondo Sur para Francia, los fondos neerlandeses, suecos y españoles, las ayudas de la OIF: esta multiplicidad debería representar a priori una ventaja. Sin embargo, la falta de coordinación entre estos diferentes dispositivos puede favorecer la duplicación y las pérdidas. A veces, la burocracia de los procedimientos puede desalentar el talento. No cabe duda de que queda mucho por hacer en todos estos aspectos. Crear nuevos fondos destinados específicamente a África no sería una solución: en cierto modo equivaldría a guetizar el cine africano, a riesgo de inscribirlo en una especie de «segunda categoría» desde el punto de vista de los dispositivos de ayuda.
Ante todo, la mejora de nuestros dispositivos de cooperación debe poder contar con el compromiso de los Estados socios. Por supuesto, Francia está plenamente dispuesta a ayudar a los Estados que deseen disponer de experiencia en todos los ámbitos en los que deseen favorecer la estructuración del sector cinematográfico:
pienso, por ejemplo, en la seguridad jurídica de las profesiones, en las iniciativas de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental destinadas a favorecer la circulación de las obras en un mercado regional, la contribución potencial de las cadenas de televisión a la creación cinematográfica, a los dispositivos fiscales o parafiscales que permiten apoyar la creación, a la valorización de las buenas prácticas emergentes, como Mobiciné o el Cine Digital Ambulante, la inclusión del sector audiovisual y del cine en sus objetivos generales de desarrollo, que les permitiría beneficiarse, si lo desean, del apoyo de los grandes fondos de desarrollo (FED, Banco Mundial)pero también y sobre todo al refuerzo del respeto de los derechos de autor y de la lucha contra la piratería generalizada que tiene el impacto que se sabe sobre la vida comercial de las películas en África.
Juntos podemos hacer mucho para favorecer la creación cinematográfica africana, pero este compromiso de sus poderes públicos constituye evidentemente un requisito indispensable para que podamos concebir juntos medidas de apoyo más eficaces. En todas estas cuestiones, señor Ministro, sé que está usted particularmente comprometido.
Una conferencia de colaboradores del cine africano
Volviendo a la coexistencia de fondos nacionales y multilaterales - como los de la Unión Europea y la Organización Internacional de la Francofonía, de los que se han beneficiado varias películas presentadas en el Festival -me parece sensato decir que su eficacia podría multiplicarse si se mejorara su coordinación y accesibilidad. Por eso propongo organizar lo antes posible en París una gran conferencia de los contribuyentes al cine africano. Una reunión de etapa en el Festival de Cannes nos permitirá definir el formato para que sea lo más eficiente posible.
Fortalecimiento del Fondo del Sur
Deseo que se refuerce la complementariedad de las acciones y de los apoyos de mi ministerio en relación con el cine africano con el ministerio francés de Asuntos Exteriores. Hablaré muy pronto de ello con mi colega Alain Juppé, a fin de considerar juntos un refuerzo de nuestros compromisos financieros para el Fondo Sur. También pienso en una mejor adaptación a las necesidades, sobre todo para las primeras películas, para poder apoyar mejor a los jóvenes creadores.
El Fondo Sur, que tuve el honor de presidir, es una institución en la que creo firmemente. Es un instrumento esencial que actúa de manera concreta para la promoción de la diversidad cultural. A nosotros nos corresponde revitalizarlo, repensando el funcionamiento de los dispositivos de ayuda a la producción, pero también a la difusión y a la formación. Por lo que se refiere a esta última, se puede comprobar, en Burkina, la calidad de la oferta de formación superior destinada a los técnicos del sector audiovisual - pienso en el ISIS, o también en el Instituto Imagine de Gaston Kaboré -que sirvió al crecimiento de la producción audiovisual nacional y a la difusión de los equipos de Burkina Faso en toda la región.
Fortalecimiento de la cooperación entre el CNC y los países de África
Deseo también que el Centro Nacional del Cine y de la Imagen Animada, del que saludo al nuevo presidente Eric Garandeau, pueda relanzar y redefinir una política de cooperación activa y extensa con las cinematografías de África, comenzando por la actualización de los acuerdos de coproducción concluidos con los países de África y del Magreb - actualmente hay siete - pero también por la conclusión de acuerdos con países deseosos de tejer nuevos vínculos cinematográficos con Francia. Estos acuerdos no son sólo instrumentos jurídicos que permiten un acceso más fácil a las ayudas del CNC; son también los garantes de la instauración de vínculos duraderos y privilegiados entre el cine francés y los cines extranjeros. En este sentido, creo que África sigue sin estar suficientemente cubierta por esta política de acuerdos.
He aquí, pues, algunas propuestas concretas de las que quería hacerles partícipes para que no nos quedemos en los anuncios sin futuro. Si logramos conjugar nuestros esfuerzos, creo que tenemos las cartas en la mano para apoyaros en vuestra voluntad de dar un nuevo impulso a los cines de África.
Le doy las gracias.