Señor Presidente del Consejo Superior del Notariado, Directora General, Señor Jefe de la Misión del Mecenazgo,

«Notario: interviene en el último acto». Esta máxima lapidaria de Tristán
BERNARD, digno del Diccionario de las ideas recibidas, me parece hoy
más relevante que nunca. Tanto porque, como sugiere el agradable
dramaturgo, se trata aquí, en efecto, de una especie de contrato de matrimonio para el cual
el notario, en las comedias, es llamado en el último acto - con esto que el
notario es hoy al mismo tiempo el novio! Pero también porque este
encuentro es el tercer y último acto de un proceso de reconducción
contratos, o protocolos, que comenzó en febrero con sus colegas
contables, luego continuó en abril con las cámaras de
comercio e industria, para terminar, dos meses más tarde, con la
firma de hoy: la pieza en tres actos está así completa.
Así que es un verdadero placer para mí dar la bienvenida, aquí en el ministerio, a los más altos
representantes de una profesión cuyos vínculos con la cultura, la creación y el
patrimonio son tan antiguos como múltiples y, como lo demuestra
elocuentemente vuestra presencia, firmes y orientados al futuro.
El auge del mecenazgo, que nos reúne, es para mí una causa esencial.
La magnitud de este fenómeno es relativamente reciente. Porque en este
dominio, como saben, Francia ha acusado, hasta estos últimos años, de
evidente retraso en comparación con otros países, especialmente anglosajones. Y para
que esta situación evoluciona, se necesitaba un verdadero impulso, que el Estado ha sido largo
a dar, pero ya está hecho. Desde la ley del 1 de agosto de 2003,
sobre el mecenazgo, las asociaciones y las fundaciones, y cuya elaboración
plenamente movilizado el Ministerio de Cultura y Comunicación,
nos beneficiamos de un notable dispositivo de incentivo al mecenazgo de las empresas
y particulares, como la creación de fundaciones. Enriquecido con
año mediante nuevas medidas, se considera que es uno de los más exitosos en el
mundo.
Sin embargo, para desarrollar aún más el mecenazgo, el Estado no podía
conformarse con crear un marco jurídico y fiscal ventajoso. También era necesario
dar a conocer esta legislación, y sobre todo favorecer la emergencia, en la
la sociedad civil, un verdadero deseo de contribuir al apoyo de las causas de interés
general que, junto a la solidaridad, la investigación, la educación y la
la protección del medio ambiente, la cultura y el patrimonio.
Porque más que otros, el ámbito cultural parecía depender solo de la
responsabilidad del Estado - ser un «asunto de Estado», de alguna manera, o
menos «del Estado». Y éste necesitaba establecer verdaderas relaciones
con los agentes económicos, no solo para encontrar nuevos
financiadores, pero para afirmar la cultura como un sector económico aparte
creación de riqueza y empleo a través del turismo, el
desarrollo de las prácticas e industrias culturales, y
reconocido como un reto esencial del atractivo de los territorios.

Por el papel que desempeña en la vida jurídica, económica y social de
nuestro país, ante cada uno de los franceses, especialmente en los
momentos decisivos de su existencia que han sido, Señoras y
Señores notarios, entre nuestros primeros socios para favorecer
la emergencia, en Francia, de una verdadera cultura de la iniciativa privada. Gracias
a la firma, en 2005, de un primer protocolo nacional para el
desarrollo del mecenazgo cultural, usted ha designado, habitación por
departamento por departamento, corresponsales que son
rápidamente se convirtieron en valiosos interlocutores para los portadores de
proyectos de mecenazgo. Consejeros especialmente escuchados de las personas,
de las familias, las empresas y las colectividades locales,
notarios de Francia forman una red única para mejorar la información
de nuestros conciudadanos en este ámbito, pero también para hacer subir sus
preguntas y sus expectativas, y ayudarnos a responder a ellas.
Durante estos cinco años, todas las iniciativas han sido tomadas por
cámaras para favorecer el desarrollo del mecenazgo cultural, en diálogo
permanente con mis servicios: convenios regionales que transmiten el
protocolo nacional se firmaron, documentos de información muy
ampliamente difundido en sus estudios, y eventos locales
organizadas en la región, en Rennes, en Tours, en Aviñón, en Montpellier y en
Lorient, entre otros. Algunas habitaciones han tomado la iniciativa
realizar operaciones culturales. Y los corresponsales de las Salas
notarios han participado regularmente en los encuentros organizados en
DRAC, la Misión del Mecenazgo y otros asociados
institucionales del ministerio, para hacer reunirse responsables
económicos, mecenas individuales y promotores de proyectos culturales, y
destacar las asociaciones exitosas. Pienso, por ejemplo, en el proyecto
de creación de la Fundación de empresas «Mecenas Cataluña», que
que reúne a la DRAC Languedoc-Rosellón, los
Cámaras departamentales de notarios y contadores públicos
Pirineos Orientales y la Cámara de Comercio e Industria de
Perpiñán. Pienso también en la creación de «Polos mecenazgo» en
Picardía, en Bretaña, y en el País del Loira, que ya han demostrado lo que
pueden contribuir al desarrollo del mecenazgo cultural,
problemáticas específicas de estos territorios.
Hoy me alegra poder decir que nuestra colaboración no
es solo el principio. Las Pequeñas, Medianas e incluso Muy Pequeñas
Un número cada vez mayor de empresas (PYME, PYME)
en iniciativas de patrocinio; clubes y fundaciones
de empresas se extienden y, sobre todo, inscriben su compromiso en la
duración. Porque han comprendido que el mecenazgo cultural creaba un vínculo social, a
dentro y fuera de la empresa. La dimensión local es
esencial, porque muchas veces es porque está apegado a tal o cual
forma de patrimonio o expresión artística en su entorno
inmediato que un particular viene al encuentro del mecenazgo.
Sin embargo, queda mucho por hacer para fomentar la
filantropía individual - ya en auge gracias a las disposiciones
relacionadas con la ISM en particular - a expresarse en ámbitos que le
siguen siendo por el momento menos familiares que el humanitario o la búsqueda
médicos, como los del patrimonio y de la creación culturales.

Por ello, hemos deseado, de común acuerdo, dar un
nuevo marco para nuestra colaboración, en forma de este segundo
protocolo nacional que vamos a firmar más tarde y que
compromete recíprocamente - y ante notario! - para los cinco años a
venir. Vamos a favorecer la constitución, a nivel regional o
interregional, nuevos «polos mecenazgo» para mutualizar, con
DRAC y otros organismos pertinentes, nuestros medios de acción y
de información. Vamos a favorecer las iniciativas colectivas en forma
de clubes, asociaciones, fundaciones o fondos de dotación, para
iniciativas concretas que tengan en cuenta las prioridades
territorio en materia de salvaguardia del patrimonio y de acceso a la
cultura. Sus Cámaras departamentales, junto con las Direcciones
Regionales de Asuntos Culturales (DRAC), definirán proyectos específicos
en estos ámbitos, y los aplicarán en sus ámbitos de actuación
territoriales.
Su Consejo Superior animará esta asociación, en colaboración con la Misión
del mecenazgo de mi ministerio, ahora adscrita a la nueva Dirección
General de Medios de Comunicación e Industrias Culturales - alias DGMIC -, en
encargado de la economía cultural.
La responsabilidad del Estado - y de los poderes públicos en general - no es
contribuir a financiar nuestra vida cultural, pero también
fomentar las iniciativas de la sociedad civil. Espero que las
las energías y las competencias, y que los puntos de vista, las
ideas, los proyectos se cruzan más a menudo entre actores públicos y privados,
a través de asociaciones «a medida». Promover el mecenazgo cultural
y seguir desarrollando la fiscalidad siguen siendo, en mi opinión,
prioridades, en particular para que el mecenazgo sea más accesible a las PYME
y a los TPE.
El mecenazgo - todos estamos convencidos de ello aquí - es una palanca
esencial de desarrollo de nuestros territorios, pero también de cohesión y
de apertura, favoreciendo el encuentro de los medios privados y
públicos, de los actores de la economía y de la cultura. Muchas empresas y
las fundaciones, a nivel nacional y territorial, han adquirido
ámbitos en los que actúan como mecenas, una verdadera experiencia,
y una capacidad de diagnóstico y evaluación notable. Pienso en
especial a las acciones que mezclan prácticas culturales y problemáticas
en favor de los jóvenes públicos y de la igualdad de los
oportunidades, contra todas las formas de exclusión.
Con ello, el mecenazgo participa plenamente de lo que yo llamo la cultura
para cada uno» que, de la gratuidad en los museos al desarrollo del
digital, constituye la columna vertebral de mi acción. Porque la cultura
no debe ser asunto de unos pocos, siempre los mismos, pero
el asunto de todos y cada uno. Y es juntos - poderes públicos, elegidos
locales y responsables de entes locales e instituciones
culturales, empresarios y organizaciones profesionales,
como notarios, contadores públicos y cámaras de
comercio -, juntos abrimos horizontes de futuro, y
sé que podemos contar con usted. Este ideal de una cultura para
cada uno», será uno de los grandes retos de nuestra cooperación, e incluso de
este «matrimonio» del que, «en el último acto», firmamos el contrato, con vistas a
desarrollar «un mecenazgo cultural de cada uno, para cada uno».
Le doy las gracias.