La liberación de Hervé Ghesquière y Stéphane Taponier es un inmenso alivio.

Para todos los que se han movilizado, entre los familiares, en el seno del Gobierno, de France Télévisions, y entre los franceses, afectados por la situación de nuestros dos compatriotas, su rápido regreso marca el fin de una espera demasiado larga.

Hervé Ghesquière y Stéphane Taponier nos recuerdan a todos que el derecho a la libertad de expresión y de información no es un principio abstracto, sino una realidad que defienden cotidianamente todos los periodistas profesionales, y con ellos el ministro de Cultura y Comunicación.