Con Joseph Pasteur, cuyo verdadero nombre es Joseph Rocchesani, la televisión pierde uno de sus más famosos y carismáticos pioneros, que habrá encarnado la información sobre nuestros extraños tragaluces desde 1959.

Gran periodista curioso de todo, cómodo en todos los oficios de la comunicación, habrá creado,
presentado o animado programas de actualidad tan legendarios como «Cinco columnas a la una» o «Los Archivos de la pantalla», la cita febrilmente esperada por millones de espectadores.
Con una eterna dulzura, su rostro y su voz serán los de la primera mundovisión, en 1962, en el ahora legendario «JT» de las 20h.
Aquellos, también, de «Télé Dimanche» o de «Sports Dimanche», programas eminentemente populares a los que habrá sabido dar una sorprendente dimensión de encanto y sutileza.