Homenaje de Frédéric Mitterrand, ministro de Cultura y Comunicación, a Maurice Garrel

Con Maurice Garrel perdemos un actor singular, una cara
familiar del cine de autor.

Formado en el arte dramático con Charles Dullin y Tania Balachova, había
comenzó en 1947 una carrera en las tablas. Había jugado en
piezas de Brecht, Ibsen, Duras, Pinter, Marivaux... También había sido
pensionista de la Casa de Molière.

En la televisión había actuado en numerosas obras dramáticas
dirigidas por Claude Barma y Marcel Bluwal. Más tarde había llegado al
cine donde, dirigido por Truffaut, Rozier, Rivette o Sautet, aparecía
a menudo en papeles secundarios. También lo encontramos regularmente
en las películas de su hijo Philippe Garrel, donde daba la réplica a su
nieto Louis, deseoso de perpetuar la tradición familiar. Dio todo
la medida de su gran talento en papeles de patriarca donde
paseaba su silueta desilusionada con destellos de ironía en el
mirada.