Con inmensa alegría me entero de que «The Artist», tan hermoso homenaje a la edad de oro del cine mudo, acaba de ganar el Oscar a la mejor película, Jean Dujardin al mejor actor y Michel Hazanavicius al mejor director.
Me asocio de todo corazón a la felicidad de Jean Dujardin, de Michel Hazanavicius, de todo el equipo y de Thomas Langmann, cuya audacia y visión han permitido que esta maravillosa película exista y sea nominada diez veces por el Academy Award.
La película ya había ganado en Londres, el 12 de febrero pasado, siete Baftas, entre ellos el de mejor película, mejor actor para Jean Dujardin y mejor director. En enero, «The Artist» fue premiado con tres Globos de Oro. El viernes pasado, la película ganó seis Césares, entre ellos el de mejor película, mejor director y mejor actriz, por Bérénice Béjo.
Cannes, Globos de Oro, Baftas, Oscar: Jean Dujardin realiza un cuadruplicado histórico. Fue el primer actor francés en recibir los premios más altos por un mismo papel. Las debe a una actuación extraordinaria que, sublimada por la excepcional puesta en escena de Michel Hazanavicius, confirma un talento excepcional, del que no hemos dejado de descubrir una nueva faceta película tras película.
Hacer una película muda en blanco y negro en la época de la 3 D, el proyecto podía parecer loco. Era, en verdad, una hermosa declaración de amor al séptimo arte. El éxito de «The Artist» es el del carácter, de la imaginación, de la poesía; es también fruto de una altísima exigencia y consideración por el arte. Finalmente, corona un año notable para el cine francés que no deja de seducir a nuevos públicos en todo el mundo.