Creados hace casi treinta años por el Estado y las Regiones, los Fondos regionales de arte contemporáneo se han convertido en actores esenciales de nuestra vida cultural, yendo más allá de su única misión de adquisición y difusión de obras contemporáneas, se habrán abierto a una nueva misión para desarrollar actividades de edición y de pedagogía.
El FRAC Bretagne, creado en 1981, fue un precursor de esta evolución.
Tenía que dotarse de un edificio de «segunda generación»
financiado por el Estado, el Consejo Regional de Bretaña y la ciudad de Rennes.
Este edificio realizado por Odile Decq y su equipo, frente a
el «Alineamiento» firmado por Aurélie Nemours y en el borde del Parque de
Beauregard, por su silueta mate y monolítica en el exterior y su pozo
de luz en el interior, constituye un gesto arquitectónico importante. Es
nuevas ambiciones para una institución abierta a todas las
formas de la creación contemporánea, por su rica colección de más de 4000
obras, por las exposiciones que se desarrollarán allí, por su trabajo de edición,
por sus conferencias y sus encuentros.
Dotado de esta herramienta que tendrá a partir de ahora el estatuto de Establecimiento público de
cooperación cultural, el FRAC de Bretaña será más capaz que nunca
contribuir a la animación de la red de difusión del arte contemporáneo en
Bretaña que, estructurado en asociación, se apoya en cuatro centros de artes
(Kerguéhennec en Morbihan, el Quartier en Quimper, la Lonja de
Rennes, la Pasarela de Brest), las escuelas de arte, los Archivos de la crítica
las asociaciones culturales, entre ellas las de Lannion y
Vidriado, así como los polos universitarios de Rennes y Brest.