Aprobada por el Consejo de Europa el 5 de noviembre de 1992 y firmada por Francia en mayo de 1999, Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritariassin embargo, nunca pudo ser ratificada y entrar en vigor en nuestro país. En efecto, dado que el Consejo de Estado concluyó que presentaba un riesgo de inconstitucionalidad, el Consejo Constitucional fue consultado y lo declaró, mediante una Decisión de 15 de junio de 1999contrario a los principios constitucionales de indivisibilidad de la República, de igualdad ante la ley, de unicidad del pueblo francés y de uso de la lengua francesa, «lengua de la República». Posteriormente, el Gobierno intentó en dos ocasiones eludir esas objeciones introduciendo la ratificación de la Carta directamente en la Constitución. El primer intento tropieza con las objeciones del Consejo de Estado, según las cuales el proyecto instauraría una contradicción de fondo en el seno de la Constitución. La segunda, que «constitucionalizaba» una ratificación sin perjuicio de excluir de la Carta la disposición que concede derechos específicos a los hablantes de las lenguas regionales, planteó nuevas objeciones en el sentido de que la Carta excluía expresamente esa reserva. Sin embargo, no fue aprobada.